Un viaje de goma

Me tomo el colectivo de la línea 8, venía medio vacío, y le indico al chofer que me bajo en Liniers. Este estaba con un compañero y, luego de cobrarme, le pide que lo ayude a inflar las cubiertas. Se van ambos a la parte de atrás, donde está el motor, levantan el capó, tocan algo, y las gomas se empiezan a inflar y el colectivo se eleva un poco. Ahí me despierto.


Si no entendiste nada, pasa por acá.


Recibí las publicaciones al instante suscribiéndote al blog:

Seguime en las redes:

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s