Otra salida más de fin de semana. En esta ocasión elegimos visitar el tan famoso Jardín Japonés, de la Ciudad de Buenos Aires. Hace tiempo tenía ganas de ir, y por algún motivo lo posponía. Generalmente era porque había mucha gente haciendo fila para ingresar. Así que esta vez me desperté temprano y salí con tiempo para ser uno de los primeros en entrar.
Así fue cómo un domingo bastante frío pero muy soleado llegué a este jardín a las 10:30 hs., casi cuando abría. Valió la pena porque no tuve que esperar para entrar y adentro había poca gente.
Apenas se entra, el paisaje cambia completamente. Hay diferentes variedades de árboles, tanto autóctonos como japoneses. Destaco los cerezos:

Había también muchas flores, por más de que era casi invierno; los puentes donde siempre hay alguien sacándose una foto; los caminos; el arco, con el escudo del 50 aniversario:

Y de fondo estaba la música zen, lo que hacía que uno se desconecte completamente de todo lo que pasa a apenas cien metros.

Y, claro, el lago estaba lleno de peces koi, un clásico asiático. Sin embargo, en un momento me puse a contemplar, a sacar fotos y ver a los peces, y me llamó la atención de que el agua parecía sucia por momentos. Me quedé con la duda del porqué. Fue así que días más tarde me contacté con ellos para consultarle por este tema, y me respondieron muy gentilmente. Dicen que al ser un lago artificial con lecho de tierra, y que estos peces tienen la característica de comer lo que se deposita en él, esto hace que se mueva la tierra y se genere esa suerte de suciedad. Me comentaron también que controlan el agua constantemente y su nivel de PH, y siempre están en los niveles óptimos. Gracias a Sergio por la atención.
Además del jardín en sí, aquí hay varias cosas más. Tienen un vivero con plantas y flores, tales como orquídeas, azaleas, y los famosos bonsai. Existen a la vez puestos de venta de productos clásicos, como el daruma y los objetos en origami. Asimismo, está el Salón Tokio, donde en las diferentes salas hacen exposiciones como de la ropa tradicional (kimonos), de esculturas, pinturas y diferentes objetos de la cultura nipona. Finalmente, está el restaurante. Más que eso, ellos lo definen como espacio de arte culinario, con mesas al estilo japonés, donde hay que descalzarse. Recomiendan reservar. He estado en algunos restaurantes japoneses y me encantaron. Este no lo conozco pero lo mando a mi lista de pendientes.
Según su página oficial:
El Jardín Japonés es administrado por la Fundación Cultural Argentino Japonesa. Se autofinancia con los ingresos por abono de las entradas de nuestros visitantes y otras actividades que se desarrollan en el Jardín. El Jardín Japonés no recibe subvención de los gobiernos de Japón, Argentina y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Gracias a su colaboración podemos mantener este hermoso Jardín.
Por eso es importante visitarlos y apoyarlos, porque hacen un buen trabajo.
Información general:
- Abierto todos los días
- De 10:00 a 18:45 hs.
- Valor de la entrada: $416
- Menores de 12 años, mayores de 65 años y personas con discapacidad: Gratis
- Medios de pago: Efectivo, tarjetas y mercado pago
- No se permite hacer picnic
Aquí les dejo algunas fotos más de mi visita, y los aliento a que vayan y conozcan. Creo que vale mucho la pena.




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