Hubo otro día que lo dedicamos para ir a conocer Tolhuin. Esta es la tercera ciudad en importancia de la provincia y se ubica a casi cien kilómetros al noreste de la capital. En auto es entre una hora y media y dos horas de viaje, dependiendo de las condiciones meteorológicas. Ese día había amanecido muy frío y nublado, y para hacer trekking no estaba bueno. Por eso mismo decidimos que ese era el momento para conocer esta ciudad.
Agarramos el auto a las 12:30 y empezamos el recorrido por la ruta 3. Bordeamos el Lago Escondido, continuamos por la ruta hasta llegar al Lago Fagnano, también lo bordeamos hasta llegar a un mirador, y seguimos un tramo más hasta llegar a Tolhuin. Si Ushuaia es chica, esta ciudad es micro. Llegamos con mal tiempo: lluvia, viento y frío. Y para esa hora, las 14, había muy pocos locales abiertos.
Priorizamos almorzar porque estábamos con hambre y no había mucho. Llegamos a La Posada de los Ramírez y terminamos pidiendo trucha todos. La calidad de la comida más o menos, no sé si fue porque la cocina estaba por cerrar, si no era temporada de truchas o qué, pero floja la presentación y el gusto. Sin embargo, la atención fue buena y los precios mejores que en Ushuaia.
Trucha al limón
Luego del almuerzo nos dedicamos a recorrer la ciudad. Volvimos por la ruta unos kilómetros y nos metimos por un camino hasta llegar al lago Fagnano. Allí nos bajamos del auto y empezamos a caminar por la orilla. Caminamos toda esta zona del mapa.
Tiene paisajes muy lindos realmente. Creo que si no hubiera hecho tanto frío y no hubiera estado tan nublado, lo habríamos disfrutado mucho. Por todo eso fue que estuvimos como mucho dos horas y emprendimos la vuelta. Pero algunas fotos salieron bien y se puede apreciar lo que les digo.
Destaco la aparición de este zorrito tan simpático que venía a buscar comida. Muy tranquilo y domesticado. Me hizo acordar a los monos del Parque Nacional Iguazú que te rodean para pedirte (o sacarte) comida. Nunca les den, les puede hacer mal.
Para finalizar, les cuento que ese día fue martes y a la noche jugaba la selección contra Brasil. Así que apenas llegamos a Ushuaia pasamos por La Anónima a comprar víveres fundamentales. No se ganó… pero se tomó.
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Continuando con los relatos del viaje por Ushuaia, algo que merece su post específico es el alquiler del auto. Nosotros alquilamos uno y acá les cuento la experiencia. Ustedes querrán saber si es necesario o es opcional. Respuesta corta: depende.
Entrada a la ciudad
Antes que nada, les recuerdo que nosotros éramos cuatro y fuimos ocho días. Estuvimos alojados en el centro de la ciudad e hicimos actividades tanto cerca como lejos. Además, necesitábamos ir de compras tanto para algunas excursiones como para cocinar en el hostel.
Averiguando antes de viajar, vimos que hay combis que te dejan en casi cualquier lugar. Los valores iban entre los $800 y los $1500 por persona por tramo. Algunos hacían promoción por compra ida y vuelta. Poniendo números redondos y siendo generosos, calculemos $1500 por persona por día. Siendo cuatro, son $6000 por día. Por ocho días, son $48000, mínimo. Lo malo de esto es que están acotados a los horarios de las empresas, ya que los últimos servicios suelen ser a las 18 hs. Y siendo que en esta ciudad hay sol hasta bien tarde, esto les restringe mucho el aprovechamiento del día.
Por otra parte, siendo cuatro personas el alquiler de auto se amortiza bastante. Nosotros alquilamos dos meses antes del viaje a través de Tiger Rent a Car, y en ese momento nos pasaron una cotización de casi $40 mil por el total de los días, retirando el sábado en el aeropuerto y devolviendo el sábado siguiente por la mañana en la oficina de la rentadora en el centro. El único requisito para devolver era entregarlo con el tanque lleno, nada más. Pero acuérdense que aquí el combustible es más barato que en el resto del país. El litro cuesta casi un 25% menos que en Buenos Aires. Nosotros cargamos una sola vez en el viaje, y al entregarlo completamos el tanque. Nos pidieron una seña del 30% y el saldo lo pagamos cuando nos entregaron el auto. Esta agencia la elegimos basándonos en los comentarios que encontramos en las redes.
Nos entregaron un Toyota Etios color blanco, bastante nuevo. La verdad que se la aguantó bien siempre, no tuvimos ningún problema. Para cuatro personas va bien, pero los que son altos deberían ir siempre adelante, porque atrás sí se sienten un poco incómodos. Para cinco ya quedaría chico. El espacio del baúl alcanzó para guardar el equipaje de todos. Así que pasar a un auto más grande, de otra categoría, se justifica nada más por el confort.
Gentileza: toyota.com.ar
Alquilar un auto en Ushuaia la verdad que fue la mejor decisión. Nos dio mucha libertad, nos permitió meternos en lugares donde las combis no llegan y pudimos ordenar los horarios como mejor nos convenía. Es cierto que a veces se complicaba para estacionar, pero mayormente a la noche cuando salíamos a cenar. Porque en el hostel había lugar en la puerta todo el tiempo. Y la ciudad es bastante tranquila, no hay mucho tráfico, tampoco en la ruta. Hay que tener precaución los días de lluvia o nieve, más que nada.
La tranquilidad de las calles
Nosotros fuimos a: Baliza Escarpados, Tolhuin, Parque Nacional, Paso Garibaldi, Laguna Esmeralda, Glaciar Martial, Museo del Presidio y otros más. Todo gracias al autito.
Creo que para una pareja no conviene en cuanto a precio si están viajando con un presupuesto acotado. Y si son cinco tendrían que alquilar un auto más grande, y tal vez el precio sea más alto. Igualmente, los precios de los autos cambian constantemente, depende cuánto tiempo antes consulten, depende la temporada, depende la oferta y la demanda, etc. Es como con los vuelos. Les recomiendo chequear varias veces, no se queden con lo primero que vean. Por ejemplo, si hacen la reserva y al tiempo vuelven a chequear y los precios son más bajos, cancelen la primera y vuelvan a reservar. Es una actividad que lleva tiempo y paciencia. Definitivamente, Ushuaia es un destino para recorrerlo en auto.
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Esta es la única actividad que estábamos seguros de que queríamos hacer. Sabíamos que era un precio elevado para nuestro presupuesto, pero estábamos convencidos de que iba a valer la pena (y de que además íbamos a recibir el 50% de reintegro por Previaje). Es por eso que dos semanas antes de llegar a Ushuaia nos contactamos con Tierra Turismo y le consultamos todo lo necesario. Nos gustó la propuesta y decidimos reservar. Le pagamos un anticipo del 30% y dos días antes de la excursión pagamos el saldo. Y decidimos hacerla el lunes para dejar el resto de la semana libre para trekking.
El día empezó con nuestro guía, Cristian, pasándonos a buscar por el hostel a eso de las 08:30 hs. con una Chevrolet Trailblazer bastante nueva, dos años como mucho. Ya había una pareja y con nosotros se completaron los seis pasajeros. Salimos en dirección Noreste y a los 15 minutos paramos en una panadería para comprar unas pepas y unos bizcochos de grasa para picar con todo el grupo de la agencia que más adelante nos íbamos a reunir.
Alrededor de las 9, apenas pasando el monumento Yamana, paramos al costado de la ruta para esperar al resto de las camionetas. Un rato después estábamos saliendo todos en dirección a la próxima parada.
Formando la caravana
En total éramos cuatro guías y 24 pasajeros. Al rato llegamos a un mirador pasando el Valle de Lobos. Allí estuvimos unos 15 minutos. A las 10:15 llegamos a Paso Garibaldi y fue parada obligatoria. Las vistas que se obtienen desde ahí son increíbles.
Paso Garibaldi
Estuvimos un rato y volvimos a la ruta 3. Anduvimos un largo tramo y después empezó la travesía 4×4, porque nos dirigimos a la costa del Lago Fagnano y para eso tuvimos que meternos por el bosque. Andar así fue muy divertido, la camioneta se mueve bastante pero agarra bien todos los terrenos. Finalmente, a las 11:30 llegamos a destino. Acá es donde comimos lo comprado unas horas antes. Déjenme decirles que comer bizcochitos contemplando el lago es de otro nivel. Pero no haber llevado mate fue un pecado. Nos dejaron un rato libre para caminar por la costa y luego volvimos a la camioneta.
Las todo terreno
Lago Fagnano
El siguiente recorrido fue volviendo un poco por el camino y luego tomar un desvío hasta llegar a la entrada del Lago Escondido. Nos bajamos de la camioneta y empezamos a caminar por el bosque, apreciando los tres tipos de árboles: Lenga, Ñire y Guindo. Y los guías iban contando cómo era la flora y la fauna de allí. Por ejemplo, nos contaron sobre la podredumbre roja, un hongo con el que nacen algunos árboles que al momento de caerse se descomponen rápidamente, facilitando a la renovación del suelo. Lo que en condiciones normales (sin el hongo) tardarían años en descomponerse, debido a las bajas temperaturas constantes. La caminata duró bastante. Mientras tanto, nuestro guía se había adelantado porque ese día le había tocado preparar el almuerzo. Nosotros estuvimos recorriendo el bosque y la costa del Escondido, y también hicimos sapito.
Lago Escondido
Acá es donde debíamos hacer la actividad con las canoas. Sin embargo, el día no estaba para eso. Según los guías, había viento leve que podría cambiar a fuerte, y si alguno se cayera en el medio del lago sería un problema. Deben ser contadas con las manos las veces en que hacen esta actividad, ya que en Ushuaia hay viento todos los días. Continuamos caminando y otra cosa que nos contaron es sobre el pan de indio. Pensarán que estoy hablando de una comida típica, pues no. Es un hongo que crece en los árboles de la provincia, y debe su nombre a que era consumido por los pueblos originarios. Una vez que se forma, va creciendo y creciendo hasta formar los nudos de lenga, como vemos en las fotos.
Pan de indioNudo
Finalmente llegamos al tan deseado almuerzo. Con Cristian como capitán, fuimos al refugio que la agencia tiene allí y nos sentamos a comer.
El refugio de la agencia en el medio del bosque
Había una mesa por cada grupo, y en cada una de ellas nos esperaba una picada clásica: salame, queso y pan. Lamentablemente la comimos tan rápido que no hay material fotográfico. Para tomar, vino y agua libre. Después vino lo fuerte: choripan y bife de chorizo y unas papas para acompañar. Estaba delicioso todo y era mucha cantidad, fue uno de los mejores bifes que comí en mi vida. Y todos los que estaban ahí opinaban lo mismo. Después vino flan casero y, el que quería, café. Muy completo realmente.
Bife de chorizoChoripanEl banquete
Al finalizar, levantaron todo y nos preparamos para el regreso. Ahora estábamos todos cansados y en la camioneta había un silencio total. La vuelta la hacen toda por la ruta, no van por el bosque. Llegamos al Hostel a las 17 hs. luego de casi una hora y media de recorrido.
Cristian, atrás de todo
A tener en cuenta:
La excursión se llama «Lagos 4×4 con canoas»
En su momento tenía un precio de $10 mil por persona (al momento de publicar este post está $12 mil).
Tiene una dificultad fácil (o media, para personas mayores). Más que nada porque al pasar por los turbales y los bosques se sacude mucho y eso alguien mayor tal vez no lo soporte.
Valoro mucho que tengan un refugio propio
Los guías son muy copados y saben mucho
Si bien avisan de antemano que la canoa está sujeta a las condiciones meteorológicas, estaría bueno que la remplazaran por otra actividad.
Espero que hayan disfrutado de esta crónica y que les sirva. Cualquier cosa, pueden dejar un comentario. Todavía faltan algunos posteos más sobre este viaje.
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Siguiendo cronológicamente las actividades en Ushuaia, el domingo hicimos nuestro primer trekking. Entre tantas opciones, motivados en mayor medida por la información que nos brindaron en el hostel decidimos elegir la caminata hasta la Estancia Túnel.
Salimos de hostel alrededor del mediodía en dirección del supermercado La Anónima para comprar fiambre, pan y algo de fruta. Luego continuamos hacia Baliza Escarpados. Son diez kilómetros al Este, unos 25 minutos en auto.
Baliza Escarpados
Llegamos allí, estacionamos el auto y nos dedicamos a preparar el almuerzo, a la vez que contemplábamos el paisaje y el silencio, que solo se cortaba con el canto de algún pájaro. Entre sánguche y sánguche veíamos a varios empezando la travesía, y muy pocos volviendo. Se ve que el horario preferido era ese. Si me preguntan por el tiempo, hacía frío y soplaba bastante viento. Se siente más en lugares abiertos como este.
Almuerzo en una tranquilidad total
Guardamos todo, nos preparamos con la ropa adecuada, agarramos las botellas de agua y encaramos la caminata exactamente a las 14 hs. Al principio pensé que habíamos salido tarde y nos iba a agarrar la noche mientras volviéramos. Después me acordé de que estaba en Ushuaia y lo más temprano que anochece es a las nueve.
Fuimos recorriendo un sendero muy pintoresco, bordeando en canal Beagle. Hay partes planas en que la dificultad es muy baja, otras partes en que el terreno se eleva un poco y cuesta un poco más. Nos cruzamos con algunos cursos de agua y aprovechamos para recargar las botellas y descansar unos minutos. Cada tanto nos daba calor y teníamos que sacarnos la campera. Pero luego había trechos donde lloviznaba un poco y teníamos que volver a ponérnosla. Cada tanto salía el sol y de nuevo a sacarse prendas.
Casi una hora después llegamos a la Estancia Túnel. Esta estancia se fundó como fábrica de toneles, años más tarde comenzó a funcionar como aserradero hasta que fue abandonada y nunca más la habitaron. Quedan los restos que vemos actualmente. Este punto es la mitad del recorrido, lo usamos para descansar un poco y sacar algunas fotos, ya que se aprecia bien el canal y la ciudad de fondo. Se puede ingresar, pero no van a encontrar más que bosta, basura y pasto crecido. Pero sí, los colores acá son hermosos, ese contraste entre el verde del paso, el cielo celeste o gris y el ocre de la estancia, da unas fotos muy lindas.
Estancia Túnel
Continuamos el camino sabiendo que quedaba casi la misma distancia hasta el Río Encajonado. Una vez estando allí, hay que seguir. Volver es para cobardes :P. A esa hora ya nos empezamos a cruzar con gente que volvía. A todos les preguntábamos cuánto faltaba y si era complicado el camino. Nos daba risa la variedad de respuestas. Que no falta nada, que queda un rato todavía, que en algunos lugares hay turba y tengamos cuidado, que estemos tranquilos que es fácil, etc. Jugando al «qué preferís» se nos pasó el tiempo volando y a las 16 hs. estábamos llegando a destino.
Río encajonado
Con ese paisaje de la imagen de arriba se llega al final del recorrido. Más allá no se puede continuar. Bajando se llega a la costa.
Mis amigos posando en la desembocadura del río encajonado
La vista opuesta
Estuvimos ahí descansando un ratito, reponiendo energías comiendo algo y, obviamente, sacando fotos. Aunque mucho tiempo más no se aguantaba porque ya se sentía mucho frío. De hecho, para el regreso nos tuvimos que poner toda la ropa, hasta guantes. Emprendimos el regreso a las cuatro y media y llegamos a la baliza casi a las seis de la tarde, justo cuando la llovizna amigable se transformaba en diluvio. De ahí nos volvimos a la ciudad y paramos en un bar a tomar un chocolate caliente que vino de maravillas.
Les deseo a todos Felices Fiestas. Que lo pasen muy bien, mis mejores deseos para el nuevo año que comienza.
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Tal como les comenté en el post anterior, el sábado que lleguamos a Ushuaia decidimos realizar la navegación por el canal porque el tiempo estaba muy bueno: Soleado y sin viento. Llegamos al puerto turístico a eso de las 14 hs. y nos dedicamos a recorrer todos los puestos de venta de excursiones. Son muchos, pero todos suelen ofrecer las mismas opciones. Lo que varía es el plus de cada agencia: Bebida y comida a bordo, embarcación más pequeña, descenso en islas, etc. Nos decidimos por la agencia Canoero y su catamarán con capacidad para 200 personas. Esto fue por un buen precio que nos hicieron al ser cuatro personas ($4.800 cada uno, unos USD 25). Dependiendo de la temporada, suele haber tres o cuatro salidas diarias. La nuestra partió a las 15 hs. y duró casi tres horas en total.
Massimo
La excursión sale desde el puerto, pasa por la Isla Bridges en donde se desciende para hacer una caminata de unos quince minutos.
Isla Bridges
Luego continúa el recorrido por la Isla de los Lobos (por la gran cantidad de lobos marinos de uno y dos pelos que la habitan) donde dan varias vueltas para poder apreciar a los animales y sacar fotos.
Isla de los lobos
Después pasa por la Isla de los Pájaros (también se queda un buen rato), y podemos contemplar gaviotas, cormoranes, patos, cauquenes y pingüinos magallánicos.
Isla de los pájaros
Y finalmente llega al faro Les Éclaireurs (mal llamado faro del fin del mundo). Allí permanece unos veinte minutos dando vueltas, para contemplar y sacar fotos. Y a partir de ahí emprende el regreso.
Faro Les Éclaireurs
La experiencia en sí estuvo linda. La verdad que sentirse ahí, tan lejos de lo que uno conoce es imponente. Ver los lobos, las aves, caminar por la isla, estuvo lindo. Y llegar al faro es algo muy loco, un ícono que siempre se ve en imágenes, poder verlo con los propios ojos es algo único. Ahora bien, ¿es lo mejor de Ushuaia? No, ni por lejos. ¿Lo recomiendo hacer? Sí, por supuesto, es una linda experiencia. ¿La volvería a hacer? No, creo que una vez es suficiente.
Recomendaciones:
Llevar gorro, guantes, cuello térmico, bufanda, rompevientos, ropa cómoda y calzado confortable. Se siente mucho frío.
No reservar por adelantado. Es mejor ir directo como hicimos nosotros para pelear el precio (siempre rebajan).
Hacerla un día en que no puedan hacer trekking (siempre prioricen la meteorología para hacer caminatas).
Elijan una embarcación chica. Es más tranquilo, se acerca más a las islas y es más personalizado (no hagan como nosotros).
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El mes pasado estuve de vacaciones en Ushuaia. Fue mi primera vez en el destino más austral de Argentina, y sé que no será la última. Realmente me cautivaron sus paisajes, sus silencios, su aire tan puro y su gente tranquila y amable. Yo iba con bastantes expectativas y, como saben, eso a veces es malo porque te pueden defraudar. Sin embargo, este destino las superó ampliamente.
Empecemos desde el comienzo. El vuelo salió de Aeroparque un sábado a las 5 de la mañana y llegó a Ushuaia a las 8:30 hs. Fue bastante tranquilo, poca turbulencia. Tip: Recomiendo ir del lado derecho del avión para apreciar mejor los paisajes. La ciudad nos recibió con un día hermoso, muy soleado, algo frío, pero sin viento.
Luego recoger el auto que habíamos alquilado, fuimos camino al hostel para dejar el equipaje. Y así salimos a dar una vuelta para conocer un poco la ciudad. Me gustó mucho que las calles están limpias y no hay basura. Los autos suelen ceder el paso al peatón y dentro de todo hay bastante lugar para estacionar.
Después de almorzar en Isabel al disco, fuimos para el lado del puerto a averiguar sobre las navegaciones en el canal Beagle. Nos recomendaron hacerla ese mismo día porque las condiciones eran óptimas. De las tantas opciones que hay, elegimos la clásica, que pasa por la Isla Bridges, en donde se desciende para hacer una caminata, luego por la Isla de los Lobos (por la gran cantidad de lobos marinos que la habitan), después pasa por la Isla de los Pájaros y finalmente llega al faro Les Éclaireurs (mal llamado faro del fin del mundo).
Y a partir del día siguiente nos dedicamos a caminar. Hicimos varios trekking muy buenos, algunos más complicados que otros. Pero todos tienen algo en común: Cuando se llega a destino, todo ha valido la pena. Los paisajes que regala esta partecita de la Patagonia son fascinantes. Te dejan con la boca abierta. Y creo que lo mejor del destino es esto, las caminatas y los paisajes. El faro y el museo de presidio están muy bien, pero para nada son la identidad de Ushuaia.
En los siguientes post hablaré sobre cada trekking en particular, sobre la comida, el alojamiento y sobre algunos puntos a tener en cuenta a la hora de planificar este viaje.
PD: La foto de portada es de la Laguna Esmeralda.
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Durante este último fin de semana mis amigos y yo nos pusimos el objetivo de conseguir alojamiento para el viaje a Ushuaia que haremos en noviembre. Como sabrán, estas búsquedas demandan mucho tiempo, y al ser cuatro personas, hay un montón de variables que juegan: Precio, ubicación, desayuno, comodidades, vistas, formas de pago, etc. Lo único que teníamos en claro era que debíamos comprar en agosto para que nos entre en el PreViaje.
Primero que nada, tuvimos que ponernos de acuerdo en algunos puntos, como el de precio máximo a pagar. También acordamos que tener desayuno incluido es un plus. Pero no teníamos definido si queríamos hotel, hostel, departamento o cabaña. Estábamos abiertos a las propuestas. Terminamos optando por hotel o hostel, ya que estos participan del PreViaje.
Y luego comenzó la búsqueda, cada uno por su cuenta proponiendo opciones, comparando valores contratando por agencias o directo, viendo las opciones de cuotas, leyendo comentarios de huéspedes, etc. Fue una investigación profunda :P.
Finalmente, el domingo concretamos con el Yaghan Hostel porque participa del PreViaje y además está dentro del programa Ahora 12, por lo cual pagaremos en doce cuotas con un interés de solamente un 11%. Hermoso.
Ahora la idea es utilizar el crédito del 50% por las compras del vuelo y el alojamiento para contratar las excursiones, algo de lo más caro. Pero claro, para esto tienen que habilitar la carga de comprobantes en la web. Y tenemos que tener la suerte de que nos lo acrediten antes del viaje. De lo contrario, tendremos que pagarlo nosotros.
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Hace algunas semanas unos amigos me propusieron hacer un viaje a Ushuaia en la última parte del año. La idea me gustó porque hace mucho que no viajamos juntos y además necesito cambiar el aire de una vez, necesito volar, sentirme sorprendido por paisajes y experiencias nuevas. Nunca les había confirmado porque tenía muchas cosas en la cabeza, bastante trabajo y no sabía cómo sería mi situación financiera.
La semana pasada, con la noticia del lanzamiento del PreViaje, esta idea fue tomando más relevancia. Pero yo seguía sin confirmar. El lunes se resolvieron algunas cosas que me dejaron más tranquilo, y pude confirmar el viaje y sumarme a mis amigos. Así que ¡en noviembre me voy a Ushuaia!
Lo único que sacamos hasta ahora es el aéreo. De hecho, el vuelo que sacamos aumentó $6000 durante la última semana. Pero bueno, lo sacamos en cuotas sin interés y con equipaje despachado. Elegimos Aerolíneas Argentinas porque si bien es más cara que JetSmart, tiene una cantidad de aviones superior a esta última, y eso es más confiable ante algún inconveniente.
Bien temprano para aprovechar el día
Antes de que termine el mes queremos reservar el alojamiento, así nos entra también en el PreViaje. Y después con el dinero del reintegro que nos hagan por el vuelo y el hotel reservaremos las excursiones, porque están bastante saladitas. Nos quedará definir si alquilamos un auto. Pero para eso tenemos tiempo. No podrá aplicar para el reintegro, pero no es un gasto tan grande, y entre cuatro personas se amortiza.
Finalmente, tener una idea de los lugares donde comer (y beber, claro está). Sabemos que para nosotros es cara la gastronomía de allá, debemos hacer cuentas para calcular cuánto dinero necesitaremos.
Les iré contando cómo se va desarrollando todo.
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